ALERTA MÁXIMA: NUEVAS REVELACIONES EN EL CRIMEN DE DIEGO FERNÁNDEZ LIMA
Un crimen que permanecía en la sombra durante casi 40 años ha vuelto a cobrar vida. El 26 de julio de 1984, Diego Fernández Lima, conocido como “el gallego”, desapareció tras salir de su hogar, prometiendo a su madre que se dirigía a la casa de un amigo. Hoy, la verdad ha comenzado a desvelarse con el macabro hallazgo de sus restos en la propiedad de la familia Graf, quienes eran dueños de la vivienda donde se encontraron 151 huesos, un reloj y otros objetos personales del adolescente.
La conexión entre Diego y la familia Graf se vuelve cada vez más inquietante: el hijo de esta familia era compañero de colegio de Diego. El fiscal Martín López Fer Ferrando investiga ahora esta relación, buscando respuestas sobre quién pudo haber asesinado al joven. El descubrimiento se produjo tras el colapso de una medianera, revelando un pozo de 60 cm de profundidad donde los restos fueron ocultados de manera atroz.
La familia de Diego ha vivido en la agonía de no saber qué le ocurrió a su hijo, incluso el padre falleció sin conocer la verdad, creyendo que había sido víctima de una secta. Los forenses han confirmado que Diego sufrió una puñalada y que intentaron desmembrar su cuerpo antes de enterrarlo en una fosa poco profunda, lo que sugiere un acto premeditado.
A pesar de que el crimen ha prescrito, el fiscal ha convocado a declarar a miembros de la familia Graf, buscando esclarecer los oscuros acontecimientos que rodean la desaparición de Diego. La indignación y el horror se apoderan de la comunidad al darse cuenta de que, durante décadas, la verdad estuvo escondida en la casa de un amigo.
A medida que la investigación avanza, la familia de Diego se aferra a la esperanza de que, al menos, se haga justicia. La presión aumenta y el tiempo corre: ¿quién fue realmente responsable de este crimen atroz? La historia de Diego Fernández Lima está lejos de terminar.