**Otro MIÉRCOLES caliente en el CONGRESO**
La tensión se apodera de la Avenida de Mayo mientras miles de manifestantes se dirigen hacia el Congreso en un nuevo miércoles de protestas. La policía de la ciudad ha establecido un cordón en un intento por controlar la situación, recordando la represión violenta del miércoles pasado que dejó varios heridos y detenidos. Los manifestantes, en su mayoría jubilados, intentan avanzar, pero se encuentran con barricadas que les impiden girar hacia la Avenida de Mayo. “No queremos que nos pase lo que ocurrió en Plaza de Mayo”, clama uno de los asistentes, recordando el caos de la semana anterior.
La atmósfera es eléctrica. Los manifestantes se dividen entre aquellos que quieren avanzar y otros que buscan regresar al Congreso. A medida que la policía corta el tráfico y despliega escudos, la tensión aumenta. “Estamos aquí todos los miércoles, no vamos a tener miedo”, dice un jubilado que muestra las marcas de las balas de goma que recibió en la pierna durante la represión anterior. La escena se torna crítica cuando algunos empiezan a correr hacia el cordón policial, generando un momento de pánico.
En medio de la confusión, los organizadores intentan mantener la calma y dirigir a la multitud de vuelta hacia el Congreso. “Queremos protestar pacíficamente”, insisten. Sin embargo, la presencia policial es abrumadora, y la posibilidad de nuevos enfrentamientos es inminente. La situación es volátil, con manifestantes que vuelven a la carga, mientras otros se preparan para una posible confrontación.
Este miércoles promete ser un día decisivo en el escenario político de Argentina, donde la lucha por los derechos de los jubilados y la represión policial se entrelazan en un ciclo de protestas que no da tregua. La presión aumenta y el eco de las voces de los manifestantes resuena en las calles, exigiendo justicia y respeto en un contexto de creciente tensión. La situación sigue desarrollándose y se espera que la jornada esté lejos de terminar.