¡SE PUDRIÓ TODO! La tensión estalló en el Congreso argentino cuando Martín Menem, presidente de la Cámara de Diputados, terminó gritando a sus propios legisladores en una acalorada sesión que dejó a todos boquiabiertos. “¡Es una tortura!”, exclamó Menem, visiblemente frustrado por la falta de cooperación de sus colegas, quienes lo acusaron de ineficacia tras no lograr avanzar en 12 proyectos de ley.

El ambiente se tornó explosivo cuando los diputados comenzaron a interrumpirlo, generando un caos que llevó a Menem al límite. En un momento de desesperación, reclamó: “¿Cuál es el drama que tienen?”, mientras la oposición se mantenía firme, desafiando su autoridad y mostrando una estrategia de resistencia que sorprendió a muchos.

El conflicto se intensificó cuando se revelaron rumores sobre su vida personal, lo que provocó más burlas y gritos en el hemiciclo. La situación se tornó insostenible, y Menem, ya acorralado, no pudo contener su ira, desatando una serie de recriminaciones hacia sus propios diputados, a quienes calificó de “insoportables” y “de cuarta”.

Este episodio no solo pone en jaque la autoridad de Menem, sino que también evidencia la creciente división dentro de su propio partido. La oposición, por su parte, ha aprendido a manejar la situación con astucia, manteniéndose sentada y resistiendo los embates del oficialismo, lo que ha llevado a un clima de tensión constante en el Congreso.

La escena culminó en un ambiente de caos y gritos, dejando claro que la política argentina está en un momento crítico. ¿Podrá Menem recuperar el control, o este será el principio de su caída? La situación es incierta, y todos los ojos están puestos en el Congreso. ¡La batalla política continúa!