**EL GARRAHAN SE HARTÓ Y LE CANTÓ LA POSTA A MILEI: “YA NO SE PUEDE MÁS”**
El Hospital Garrahan, símbolo de la salud infantil en Argentina, estalló en un grito de protesta que resuena en todo el país. “Ya no se puede más”, exclamó un miembro del equipo de salud, evidenciando la crisis que atraviesa la institución. La indignación se desató ante el maltrato y la indiferencia sistemática hacia quienes dedican sus vidas a cuidar a los más vulnerables.
Con una comunidad solidaria a su lado, los trabajadores del Garrahan denunciaron la creciente desolación en sus pasillos, un reflejo del vaciamiento progresivo y la fuga de profesionales que amenaza la calidad de atención. “El Garrahan no se toca”, insistieron, recordando que este hospital es un pilar fundamental para la salud pública en Argentina.
Las acusaciones de la dirección del hospital, que minimizan la crisis y propagan una realidad distorsionada, fueron desafiadas enérgicamente. Los trabajadores exigieron salarios justos, adecuados a la complejidad de su labor y a la crisis inflacionaria que ha erosionado su poder adquisitivo en más del 50% en el último año. La reciente designación de un director médico ajeno a la institución, sin experiencia pediátrica, añade más leña al fuego de la controversia.
El llamado a la acción es urgente: este jueves 31 de julio, a las 18 horas, se llevará a cabo una marcha de velas desde Corrientes y Callao hacia el obelisco. La consigna es clara: defender la salud pública y exigir respuestas inmediatas. “No hay más margen para la indiferencia”, advirtieron, instando a la sociedad a unirse en defensa de los derechos de los niños y de quienes los cuidan.
Este es un momento decisivo para el futuro del Garrahan y de la salud en Argentina. La comunidad no puede quedarse de brazos cruzados. ¡Es hora de actuar!