**LAS AMENAZAS DEL FUTURO EMBAJADOR YANKEE | El análisis de Fernando Cibeira**

En un giro alarmante de la política internacional, el futuro embajador de Estados Unidos en Argentina, Peter Lamelas, ha delineado un plan de acción que podría redefinir las relaciones entre ambos países. Nombrado tras la designación de Heidy Gómez Rábalo como encargada de negocios, Lamelas se presentó ante el Senado estadounidense con un enfoque claramente alineado con el gobierno de Javier Milei, el cual ha mostrado una inclinación notable hacia la administración de Donald Trump.

Lamelas, quien proviene de una familia cubana y ha hecho fortuna en el sector farmacéutico, dejó claro que su misión es contrarrestar la influencia china en Argentina. En sus declaraciones, enfatizó que buscará establecer un diálogo directo con los gobernadores provinciales, sugiriendo que cualquier acuerdo con China podría estar vinculado a la corrupción. Este enfoque imperialista plantea serias dudas sobre la soberanía económica de Argentina, ya que Lamelas insinuó que cualquier negociación con el gigante asiático sería vista como un acto de corrupción por parte de Estados Unidos.

Además, el embajador designado no escatimó en menciones a la prisión de Cristina Fernández de Kirchner, sugiriendo que su papel incluirá presionar por justicia en este caso, aunque sus comentarios sobre el atentado a la AMIA revelan una falta de comprensión de la historia política argentina.

Mientras tanto, el gobierno de Milei se encuentra en una posición precaria, navegando entre el apoyo de Estados Unidos y la creciente influencia de China en la región. Las palabras de Lamelas resuenan como una advertencia: Argentina podría convertirse en un campo de batalla geopolítico, donde la corrupción y los intereses foráneos amenazan con eclipsar la soberanía nacional. La situación es crítica y se desarrollará en las próximas semanas, mientras el país enfrenta decisiones que podrían cambiar su rumbo para siempre.