Un escándalo sin precedentes sacude el ámbito político argentino tras las explosivas declaraciones del intendente libertario Óscar, quien, en una entrevista en vivo con el periodista Luis Novaresio, hizo una afirmación que ha desatado la indignación de la sociedad: “cuando se mueran muchos jubilados”. Las palabras, que fueron escuchadas por miles en tiempo real, han generado un torrente de críticas y cuestionamientos sobre la sensibilidad del político hacia un tema tan delicado.

Durante la acalorada discusión, Óscar intentó justificar su comentario, alegando que su intención era hablar sobre un sistema jubilatorio colapsado, pero su explicación no ha convencido a la audiencia. “No dije que se tienen que morir, dije que va a llevar mucho tiempo”, insistió, mientras Novaresio lo interrumpía para señalar la insensibilidad de sus palabras. La tensión en el estudio era palpable, y la incredulidad del periodista se reflejaba en su rostro.

La controversia ha llevado a que ciudadanos y expertos en políticas públicas exijan una respuesta clara y un cambio en el discurso hacia los jubilados, quienes enfrentan dificultades económicas extremas. La frase de Óscar no solo ha reavivado el debate sobre la crisis del sistema de pensiones, sino que también ha puesto de manifiesto la desconexión de algunos líderes políticos con la realidad de los ciudadanos más vulnerables.

El intendente, que cobra una cifra sustancial como jefe comunal, se encuentra ahora en el ojo del huracán, enfrentando un creciente clamor por su renuncia y una reevaluación de su rol en la administración pública. La pregunta que queda en el aire es: ¿cómo puede un líder ser tan insensible ante el sufrimiento de los jubilados? La sociedad exige respuestas y un cambio urgente en la narrativa política.