**¿SE PICÓ ENTRE EL CAMPO Y MILEI? TENSIÓN EN LA RURAL**

En un giro inesperado, la reunión entre Javier Milei y los representantes del campo ha desatado una tormenta de tensiones que podría tener consecuencias devastadoras para el sector agropecuario argentino. La cita, que se llevó a cabo en la Sociedad Rural, reveló profundas divisiones entre un gobierno que intenta mantener una fachada de diálogo y un campo que se siente traicionado por las políticas económicas del presidente.

Los productores agropecuarios expresaron su descontento por las altas retenciones y la falta de apoyo financiero, mientras Milei intentaba justificar su postura con explicaciones confusas que no lograron convencer a los presentes. La situación se tornó crítica cuando un representante de la Federación Agraria cuestionó cómo los dólares del campo se destinan al turismo en lugar de al desarrollo nacional. Este comentario, que provocó la visible incomodidad del presidente, subraya la creciente frustración del sector.

Mientras tanto, el desmantelamiento de instituciones clave como el INTA y el Banco Nación, junto con el deterioro de la infraestructura vial, han dejado a los productores en una situación precaria. Con la rentabilidad en caída libre y la expectativa de un año agrícola desalentador, el campo se encuentra al borde de un estallido social.

Las bases agropecuarias están en pie de guerra, y aunque las cúpulas empresariales muestran una actitud conciliadora, el malestar es palpable. La pregunta que resuena es: ¿podrá Milei calmar las aguas antes de que la situación se convierta en una crisis irreversible? La respuesta es incierta, pero lo que está claro es que el futuro del agro argentino pende de un hilo. La presión aumenta y el tiempo se agota.