Un jubilado de 79 años, identificado como David Bernal, fue abatido por la policía tras disparar a su inquilino y a un agente en un violento enfrentamiento en su departamento. La situación se desató cuando Bernal, molesto por las condiciones de la vivienda alquilada, increpó a su inquilino, Nicolás Martínez, quien había ingresado a la propiedad. En medio de la discusión, el anciano sacó un revólver .357 Magnum y disparó al piso, hiriendo a Martínez en la pierna.
La policía fue alertada y, ante la posibilidad de que Bernal representara un peligro, se movilizó un grupo especial para su detención. Al llegar, el jubilado abrió fuego contra los agentes, hiriendo a uno en el pecho, aunque este logró sobrevivir gracias a su chaleco antibalas. En respuesta, la policía disparó y Bernal recibió dos impactos fatales en el tórax.
La escena fue caótica y desgarradora, con testigos que presenciaron cómo un simple conflicto de arrendamiento se transformó en un tiroteo mortal. La tensión escaló rápidamente, y la comunidad se encuentra en estado de shock ante la violencia desatada. Las autoridades investigan el incidente, mientras se cuestionan las circunstancias que llevaron a un hombre de la tercera edad a tal desenlace. La situación pone de relieve la creciente preocupación por la seguridad en situaciones de arrendamiento y los peligros que pueden surgir en conflictos aparentemente banales.