**LOS MISMOS IMPUNES DE SIEMPRE | El editorial de Nicolás Lantos**
¡Última hora! El procurador general de Brasil, Paulo Gonet, ha presentado un pedido de condena contra el expresidente Yair Bolsonaro por su papel en el fallido golpe de estado del 8 de enero de 2023. Se le imputan cinco delitos, cuya pena máxima acumulada podría alcanzar hasta 43 años de prisión. Entre los cargos figuran la abolición violenta del Estado democrático, golpe de estado y pertenencia a una organización criminal armada.
Este desarrollo crucial se produce a pocas semanas del juicio que comenzará en septiembre, donde se espera que Bolsonaro, junto a otros altos mandos militares y funcionarios, enfrente las consecuencias de su intento de desestabilizar el gobierno. La acusación detalla cómo Bolsonaro, como líder de una organización criminal, utilizó el aparato estatal para fomentar narrativas falsas y socavar las instituciones democráticas. La evidencia incluye chats, archivos digitales y confesiones de cómplices, lo que pinta un cuadro escalofriante de conspiración.
La situación se complica aún más con la intervención política de Donald Trump, quien ha defendido a Bolsonaro, acusando a Brasil de una “caza de brujas”. Lula da Silva, el actual presidente de Brasil, respondió con firmeza, afirmando que si Trump hubiera actuado en Brasil como lo hizo en EE.UU., también sería juzgado. Este intercambio pone de relieve la interconexión de las crisis democráticas en ambas naciones.
Mientras Brasil se prepara para un juicio que podría sentar un precedente histórico, la sombra de la impunidad se cierne sobre Argentina. Nicolás Lantos advierte que los mismos actores que han desestabilizado el país deben ser llevados ante la justicia. La voz de la ciudadanía se alza: no se puede permitir que la historia se repita. La lucha contra la impunidad es ahora más urgente que nunca. La democracia no puede darse el lujo de ignorar las lecciones del pasado.