**¡FINAL ANUNCIADO! LA CALLE LE CANTA LA POSTA A MILE**

La tensión social en Argentina ha alcanzado un nuevo pico tras la decisión del presidente Javier Milei de vetar el aumento de jubilaciones. Las calles se han convertido en un hervidero de indignación, donde ciudadanos expresan su descontento y desesperación. “Es un desastre, lo odio”, clama una jubilada de 83 años, mientras otros la secundan con gritos de protesta. La comparación con la crisis de 2001 se siente en el aire: “Estamos peor que en el 2002”, afirman muchos, evocando un pasado doloroso que parece resurgir.

Las voces de la calle son unánimes: el veto a las jubilaciones es una medida cruel que golpea a los más vulnerables. “Te la estás agarrando con los jubilados, con los niños, con los pobres”, denuncia un padre que, agotado, ha pasado horas en la fila para obtener atención médica para su hijo. La frustración es palpable, y el clamor por justicia social se intensifica. “No puede ser que en el país con la mejor carne, el kilo de asado cueste 12 lucas”, exclama un joven comerciante, evidenciando la crisis económica que asola a la nación.

Las palabras de los ciudadanos son un llamado urgente a la acción: “Te vas a ir en helicóptero, ¿no?”, se pregunta un hombre enojado, anticipando una posible huida del presidente ante el creciente descontento. La situación es crítica y la incertidumbre se cierne sobre el futuro del país. Las calles claman por respuestas y, a medida que la presión aumenta, el tiempo se agota para el gobierno de Milei. La pregunta que resuena en cada rincón es clara: ¿hasta cuándo se tolerará esta situación? La nación observa, y la historia podría estar a punto de escribirse.