**TODO NO MARCHA ACORDE AL PLAN: URGENCIA EN LA ECONOMÍA ARGENTINA**
En un giro alarmante, la economía argentina enfrenta una crisis profunda que desmiente las afirmaciones del gobierno de Javier Milei sobre el “todo marcha acorde al plan”. En un contexto de creciente morosidad y caída del consumo, el ministro de Economía, Luis Caputo, se encuentra bajo presión tras reconocer que los bancos, en lugar de prestar a la población y a las PYMES, optan por acumular capital en un ciclo de “bicicleta financiera”. La situación se agrava con una deuda impagable de 16,000 millones de dólares relacionada con la estatización de YPF, que amenaza con desestabilizar aún más al país.
Mientras el gobierno asegura un superávit fiscal, expertos señalan que esta afirmación es una falacia, ya que no se contabilizan los intereses acumulados de la deuda. La presión sobre el dólar se intensifica, y las tasas de interés se disparan, alcanzando un insólito 47% en un mes, lo que deja a los ciudadanos sin opciones viables para sobrevivir. Las cifras son devastadoras: cuatro meses consecutivos de caída del salario real, un acceso limitado al crédito y una industria paralizada.
Además, la reestructuración del equipo legal del Estado, bajo la dirección de Santiago Castro Videla, plantea serias dudas sobre la defensa de los intereses nacionales en el juicio contra los fondos buitre. La designación de un abogado vinculado a estos fondos genera suspicacias sobre la verdadera intención del gobierno. La falta de transparencia y el manejo opaco de la deuda pública alimentan el descontento social y la desconfianza hacia las autoridades.
La situación es crítica y exige una respuesta inmediata. La población argentina se encuentra al borde de un colapso económico, y la urgencia por una solución efectiva nunca ha sido tan apremiante. La economía no solo necesita un plan; necesita una acción decisiva para revertir el rumbo y proteger a los ciudadanos. La pregunta persiste: ¿qué pasará si “todo no marcha acorde al plan”?