Fuerte con los débiles: Milei justifica el veto y Bullrich reprimió a personas con discapacidad

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**Fuerte con los débiles: Milei justifica el veto y Bullrich reprime a personas con discapacidad**

En un giro alarmante de los acontecimientos, la represión policial se desató hoy en Buenos Aires contra manifestantes pacíficos, en su mayoría personas con discapacidad y sus familias, que protestaban frente al Congreso tras el veto del presidente Javier Milei a la ley de emergencia en discapacidad. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, desplegó un imponente operativo de fuerzas de seguridad, incluyendo la Gendarmería Nacional, que agredió a los manifestantes con empujones y violencia.

La escena se tornó tensa cuando los manifestantes, que buscaban visibilizar sus reclamos por derechos fundamentales, fueron desplazados violentamente de la Plaza de Mayo. Testigos informaron que la represión incluyó empujones a niños en sillas de ruedas y a sus familias, una acción que ha sido condenada ampliamente por activistas y defensores de derechos humanos. Lula González, corresponsal en el lugar, describió cómo la presencia desproporcionada de fuerzas policiales generó un clima de miedo y tensión, aunque los manifestantes se mantuvieron firmes en su demanda.

El veto de Milei ha desatado una ola de indignación en todo el país, con protestas que se extienden más allá de Buenos Aires, incluyendo movilizaciones en Córdoba y Mar del Plata. Las familias afectadas exigen respuestas y apoyo, denunciando que el ajuste del gobierno pone en riesgo la vida y la dignidad de quienes más lo necesitan. “No me importa que me peguen, defenderé los derechos de mi hijo”, expresó una madre en su desesperación.

Este acto de represión no solo pone de manifiesto la brutalidad del gobierno hacia los sectores más vulnerables, sino que también revela una clara elección política: priorizar la austeridad sobre la dignidad humana. La situación se intensifica en un contexto de creciente descontento social, donde la lucha por derechos básicos se enfrenta a un gobierno que parece decidido a silenciar las voces de los más débiles. La presión en las calles está lejos de cesar, y se anticipan más movilizaciones en los próximos días.

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