**MÁS REPRESIÓN Y VETOS MIENTRAS SE ESCAPA EL DÓLAR**
En una escalofriante escalada de tensión política y social, el gobierno argentino intensifica la represión contra los jubilados mientras el dólar se dispara, alcanzando niveles alarmantes. Las protestas que se llevan a cabo cada miércoles frente al Congreso han dejado un saldo devastador: 30 heridos y al menos siete detenidos en la última manifestación. La situación se torna insostenible, con un gobierno que parece dispuesto a cerrar el Congreso si se declara fraude en las próximas elecciones del 7 de septiembre.
Luis Majul, figura central en esta narrativa, ha sembrado el pánico al advertir sobre un posible fraude electoral, una táctica que recuerda a los oscuros días de Trump y Bolsonaro. La estrategia del gobierno se hace evidente: deslegitimar los resultados antes de que ocurran, preparando el terreno para una represión aún más feroz. Los jubilados, quienes han sido los más afectados por las políticas económicas del gobierno, se encuentran en la línea de fuego, enfrentándose a fuerzas de seguridad que actúan con una brutalidad cada vez más evidente.
La crisis financiera se agrava con el dólar alcanzando los 1,335 pesos, un aumento que refleja la desesperación del gobierno por controlar la situación. A medida que se intensifican las protestas, la represión se convierte en la respuesta del Estado, que teme perder el control ante un descontento popular creciente. La violencia de las fuerzas de seguridad no solo se manifiesta en las calles, sino que también se extiende a la narrativa mediática, que criminaliza a los manifestantes y los presenta como golpistas.
Mientras tanto, el gobierno sigue sin ofrecer soluciones claras a la crisis económica, dejando a la población en un estado de incertidumbre y miedo. La urgencia de la situación es palpable: el tiempo se agota y la presión sobre el gobierno aumenta, a medida que los ciudadanos exigen respuestas y justicia. ¿Hasta cuándo se tolerará esta represión? La respuesta está en manos de un pueblo que no se rinde y que sigue luchando por sus derechos.