Frio polar: inseguridad y falta de suministros

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**Frío Polar: Inseguridad y Falta de Suministros**

Una ola de frío polar azota la región, dejando a miles de familias en la oscuridad y la desesperación. Sin luz ni gas, los vecinos de Florencio Varela enfrentan una crisis humanitaria sin precedentes. La situación se ha vuelto insostenible: algunos llevan hasta 30 días sin electricidad, mientras que las temperaturas continúan descendiendo.

Los testimonios son desgarradores. “El frío es inhumano”, clama una madre que lucha por mantener a sus hijos calientes. Sin calefacción, los hogares se convierten en heladeras. Las facturas de luz llegan exorbitantes, mientras que los servicios básicos brillan por su ausencia. “No pedimos ayuda, solo queremos lo que ya hemos pagado”, exigen los afectados, quienes están dispuestos a cortar rutas para hacerse escuchar.

La inseguridad también se ha disparado, con un aumento alarmante de robos en la zona, exacerbado por la falta de suministros. “Esto es tierra de nadie”, afirma un vecino, mientras otros se organizan para protestar. La impotencia se siente en el aire; una abuela jubilada se enfrenta a una factura de luz de un millón de pesos, sin poder encender su calefacción.

Las autoridades parecen ausentes ante la crisis. “Nos dicen que los transformadores explotaron y que no hay solución a la vista”, relatan los vecinos, quienes se sienten ignorados y desamparados. La promesa de un servicio básico se ha desvanecido, dejando a las familias en una lucha diaria por sobrevivir en condiciones extremas.

La comunidad clama por respuestas y acción inmediata. La desesperación se convierte en un grito colectivo: “¡Necesitamos luz, ya!” En un momento en que la solidaridad es más crucial que nunca, la lucha por lo esencial se intensifica. La situación es crítica y exige atención urgente.