**CASO GRILLO: GENDARMERÍA INSISTE EN LA VERSIÓN DE BULLRICH**
La tensión en el caso de Pablo Grillo alcanza un nuevo pico esta semana, tras revelaciones explosivas sobre la actuación de la Gendarmería Nacional. Según un informe que ha sido secuestrado por la justicia, el gendarme agresor, identificado como Guerrero, ha defendido su accionar, alegando que “hice todo bien”. Sin embargo, las pruebas apuntan a una serie de irregularidades que han encendido el debate público.
El informe final establece que una granada de gas lacrimógeno impactó en la cabeza de Grillo tras rebotar en el asfalto, un hecho que contradice la narrativa inicial de la ministra Patricia Bullrich, quien insistió en que no se incumplió con el protocolo de disparo. “Mienten aquellos que dicen que se incumplió”, declaró Bullrich, pero las evidencias sugieren lo contrario, apuntando a una manipulación de la verdad que podría tener graves repercusiones.
El documento destaca que el impacto en Grillo fue un “hecho fortuito”, ya que se encontraba agachado en el momento del disparo. Esta versión, que parece buscar desviar la culpa hacia la víctima, ha generado indignación y ha puesto en tela de juicio la credibilidad de la Gendarmería. La comunidad clama por justicia, mientras la presión sobre el gobierno y sus representantes aumenta.
La situación se complica aún más con la aparición de antecedentes de desinformación por parte de la ministra, quien ya había sido señalada por encubrir incidentes previos de abuso policial. La sombra de la impunidad se cierne sobre este caso, y la sociedad exige respuestas claras y contundentes.
La Gendarmería, en un intento por sostener su versión, se enfrenta ahora a un creciente clamor por transparencia y justicia. Las revelaciones de esta semana han encendido una llama de indignación que podría transformar el panorama político y judicial del país. La lucha por la verdad en el caso Grillo apenas comienza.