**MILEI SE QUEDA SIN GAS Y LA IMPUNIDAD DE BULLRICH: CRISIS EN PUERTA**
En una crisis energética sin precedentes, medio país se ha quedado sin gas, dejando a millones de argentinos en una situación crítica en pleno invierno. La falta de previsión del gobierno de Javier Milei ha desatado una tormenta de críticas, mientras se reportan cortes de gas en Buenos Aires y otras regiones. La Secretaría de Energía ha informado que, aunque la presión en los gasoductos ha mejorado y se levantan los cortes, la gestión económica de Milei, presentada como sólida, se tambalea ante la realidad de la emergencia energética.
La situación se complica aún más con la denuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien enfrenta acusaciones de complicidad en un entramado de corrupción y extorsión que involucra a figuras clave del gobierno. La condena de Marcelo D’Alessio, un espía involucrado en actividades ilegales, ha puesto en evidencia la impunidad que rodea a Bullrich y su círculo cercano. A pesar de la gravedad de las acusaciones, Bullrich continúa en su cargo, mientras el gobierno parece más preocupado por silenciar a los críticos que por abordar las crisis que enfrenta el país.
Los comentarios incendiarios de Bullrich y otros funcionarios han desatado un clima de violencia política, exacerbado por provocaciones públicas que buscan desviar la atención de los problemas reales. En este contexto, el reciente ataque a la casa de Bullrich con excremento ha sido calificado como un acto de desesperación frente a la represión y el autoritarismo que se cierne sobre la oposición. La detención de militantes y periodistas por parte de fuerzas de seguridad ha llevado a una creciente preocupación sobre la libertad de expresión en Argentina.
La combinación de una crisis energética, la impunidad de altos funcionarios y la represión de la disidencia plantea un escenario alarmante en el país. La pregunta que queda es: ¿hasta dónde llegará esta administración en su intento de controlar la narrativa y silenciar las voces críticas? La situación es crítica y la respuesta del gobierno será determinante para el futuro de la democracia en Argentina.