Un violento robo en una parada de colectivos en Salta ha dejado a la comunidad en estado de shock. Un hombre, que esperaba el transporte público en la noche del jueves, fue asaltado a punta de navaja por tres delincuentes, quienes le robaron su celular, dinero y hasta su abrigo. Las cámaras de seguridad del municipio capturaron el brutal ataque, que ocurrió alrededor de las 23:30 en el centro de la ciudad, en la intersección de Itangó e Independencia.
Los asaltantes, de 28, 35 y 52 años, no contaban con que su acción era monitoreada. Tras el robo, intentaron escapar a un punto conocido como “aguantadero”, donde la policía logró interceptarlos rápidamente. Gracias a la respuesta inmediata de las fuerzas de seguridad, las pertenencias del hombre, incluido su abrigo, fueron recuperadas.
Este incidente resalta un preocupante aumento de la delincuencia en Salta, donde los robos con arma blanca han crecido considerablemente en los últimos años. Lo que antes era un hecho aislado se ha convertido en una rutina diaria para los ciudadanos, que ahora temen ser víctimas de la creciente ola delictiva. La policía ha intensificado sus esfuerzos, pero la sensación de inseguridad persiste, especialmente en el centro urbano.
La violencia de este robo no solo impacta a la víctima, sino que también deja una huella en la comunidad, que observa cómo la criminalidad se apodera de las calles. La necesidad y la desesperación parecen ser las fuerzas impulsoras detrás de estos delitos, y la situación se vuelve cada vez más crítica. Las autoridades están trabajando para implementar más medidas de seguridad, pero la preocupación entre los ciudadanos sigue en aumento. La pregunta que queda en el aire es: ¿qué más se necesita para detener esta ola de violencia?